Hoy en día en los supermercados hay una gran variedad de mermeladas, pero no hay nada que pueda compararse a una buena mermelada casera hecha con fruta natural y de temporada. En anteriores artículos aprendimos a preparar mermelada de naranja dulce, así que hoy le toca el turno a la mermelada de naranja amarga. El procedimiento es similar al que ya vimos con la mermelada dulce, pero tiene algunas peculiaridades. Sin más dilación, ¡allá vamos!
Autora: Beatriz Torres / Elaboración: 15 minutos / Cocción: 45 minutos / Total: 60 minutos
Ingredientes:
– 2 kg de naranjas amargas
– 1 kg de azúcar (aprox)
– 3 vasos de agua (aprox)
Instrucciones:
1. En primer lugar pelamos las naranjas amargas y cortamos la pielen tiritas lo más finas posibles.
2. Después partimos las naranjas y separamos con mucha paciencia la pulpa de la piel. Desechamos la piel y guardamos en un bol todas las semillas que quitemos en este proceso. Vertemos un vaso de agua dentro del bol con las semillas y lo dejamos reposar un día entero.
3. Introducimos en una cacerola la pulpa de naranja y las tiras de piel. Pesamos la mezcla resultante y por cada kilo añadimos 2 vasos de agua y 1 kg de azúcar. Removemos bien y dejamos reposar durante un día entero.
4. Al día siguiente colamos las semillas y las desechamos. Añadimos el líquido obtenido a la cacerola y removemos bien.
5. Ponemos la cacerola en el fuego a fuego medio durante unos 45-50 minutos, hasta lograr la textura deseada. Hay que ir removiendo la mezcla de vez en cuando para que no se quede pegada en el fondo o las paredes de la cacerola. Las cáscaras de naranja deben quedar muy tiernas y casi transparentes.
6. Finalmente, hervimos unos tarros de cristal en una olla para esterilizarlos y vertemos dentro la mermelada con cuidado para no quemarnos. Cerramos bien los tarros y almacenamos esta deliciosa mermelada de naranja amarga en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa del sol. Así se conservará en buen estado durante unos seis meses. Hay que recordar que una vez se abra el tarro, es imprescindible almacenarlo en la nevera o refrigerador.