Como os digo siempre, hoy en día podemos encontrar casi cualquier tipo de mermelada en los grandes centros comerciales. Estas mermeladas suelen ser de una calidad bastante buena y no tienen un precio muy elevado. Sin embargo, hay algunos sabores más especiales que cuesta mucho encontrar, entre ellos la mermelada de cebolla. Así que hoy vamos a aprender a preparar una deliciosa mermelada de cebolla casera de una forma rápida y muy simple. Esta mermelada nos servirá para acompañar aperitivos, carnes, pescados y, como no, para untar en las tostadas con queso.
Autora: Beatriz Torres / Elaboración: 10 minutos / Cocción: 70 minutos / Total: 80 minutos
Ingredientes:
– 1 kg de cebollas
– 500 g de azúcar
– 750 ml de agua
Instrucciones:
1. En primer lugar, pelamos y lavamos las cebollas. Las metemos en el horno y les echamos un chorrito de aceite de oliva por encima y un poco de sal. Las cocinamos en el horno a 200 grados durante unos 40 minutos.
2. Cuando las cebollas se hayan asado, las sacamos del horno. En una cacerola introducimos 750 ml de agua (tres vasos), 500 g de azúcar y las cebollas asadas troceadas. Dejamos que se cuezan a fuego lento durante unos 30 minutos y vamos removiendo de vez en cuando para que no se peguen en la cacerola.
3. Cuando las cebollas se hayan caramelizado y hayan adquirido un tono más oscuro, apagamos el fuego. Ahora podemos pasar la mermelada por la batidora para que nos quede una textura más suave y homogénea.
4. Para terminar, hay que hervir un un tarro de cristal en una cacerola para esterilizarlo y verter dentro la mermelada que hemos preparado. Es conveniente utilizar unos guantes de cocina para no quemarnos. Hay que llenar el tarro hasta donde empieza la rosca. Después lo cerramos y lo ponemos boca abajo hasta que se enfríe.
5. ¡Y ya hemos terminado! Ahora puedes almacenar esta deliciosa mermelada de cebolla casera en un lugar fresco, seco y oscuro. Así se conservará en buen estado durante unos cinco meses aproximadamente. Recuerda que, una vez abierto, hay que guardar el tarro en la nevera o refrigerador para que se conserve adecuadamente.